Cada vez que viajo a Gran Bretaña, doy gracias a Dios de que la tradición de la salchicha americana venga de Alemania e Italia. Antes de mi primera visita, siempre me desconcertaba cuando veía medios británicos (en prosa o televisión) y el marido se quejaba de que era "salchicha otra vez". ¿Por qué se queja? Pensé. Me encanta la salchicha. Luego probé salchichas británicas de verdad y, madre mía, qué decepción. Ahora, antes de que me lancéis encima, admito plenamente que las versiones originales de salchichas alemanas e italianas suelen superar con creces a las versiones americanas. Pero la salchicha americana sigue siendo superior a la británica. Reconozco que he comido salchichas al estilo británico que me gustaban. Pasaba la semana con una familia y la señora de la casa quería demostrar que Inglaterra tenía buenas salchichas, así que compré unas de alta gama. Creo que eran "Cumberlands". Eran buenos, y no como los americanos. Pero si estás en un restaurante o pub, no sirven lo bueno. Te van a hacer barridos de suelo.