¿Por qué tan bajista? Como muestra el gráfico a continuación, el sentimiento de los inversores está elevado y actualmente se encuentra en su nivel más alto desde julio de 2021. Lo mismo ocurre con los inversores en criptomonedas. Aunque el precio del bitcoin ha bajado desde el máximo histórico de 126.000 a principios de octubre, la psicología del mercado cripto sigue inclinándose hacia el positivo. Y a simple vista, las razones de esto parecen obvias: hay muchas narrativas optimistas para 2026 circulando. Son algo así: Con el endurecimiento cuantitativo (QT) finalizado y las operaciones de gestión de reservas (RMO) ya en marcha, junto con una política fiscal más expansiva impulsada por las mayores necesidades de refinanciación, el "gran y hermoso proyecto de ley" de Trump, un presidente acomodaticio de la Fed y un ciclo global de recortes de tipos, las reservas bancarias están a punto de aumentar. Es probable que los déficits fiscales se amplíen y que los préstamos bancarios se reaceleren. Combinado con el relajamiento de las restricciones regulatorias posteriores a la crisis financiera financiera de 2008 y los requisitos de capital bancarios más flexibles, estas dinámicas crean un potente panorama macroeconómico que podría hacer de 2026 un año excepcional para los activos de riesgo. "No le des demasiadas vueltas", como les gusta decir a los toros. Ahora bien, ¿qué pasaría si los inversores están sobreajustando las narrativas alcistas a los titulares de política, mientras que subajustan los factores contraintuitivos por los que las políticas se transmiten a las condiciones financieras? Consulta nuestro último artículo para descubrirlo: