Para que conste. La lógica es sencilla: Wall Street está vendiendo activos de riesgo porque la Reserva Federal, ya muy rezagada, se niega a actuar. Una reducción de tasas en diciembre que debería haber sido preventiva, una medida de control de riesgos, ahora llegará demasiado tarde, y aun así, su impacto no se sentiría durante años. La Reserva Federal de Powell es responsable de la recesión en el sector de la vivienda. Ha demostrado una mala comprensión de los fundamentos económicos básicos, eligiendo permanecer paralizada por datos gubernamentales rezagados que inevitablemente serán revisados. El endurecimiento cuantitativo ha durado demasiado tiempo. La persistente dependencia de la Fed en indicadores obsoletos mientras desestima medidas basadas en el mercado en tiempo real refleja una institución desconectada de la realidad económica. No puede ver que los costos de vivienda, específicamente el Alquiler Equivalente de Propietarios, son la principal distorsión en el IPC, ni reconoce que la tasa natural de interés está cayendo. Han hecho la vista gorda ante el deterioro del mercado crediticio y del mercado laboral. La independencia del banco central, una vez justificada por una experiencia creíble, ahora parece insostenible. Puede ser necesario regresar a un marco más cercano al acuerdo anterior a 1951. El FOMC de Powell se ha convertido en una de las asambleas de formuladores de políticas menos competentes de la era moderna, técnicamente deficientes, motivados políticamente y crónicamente reactivos.