Cuando eres emprendedor, los empleados acuden a ti con problemas y preguntas sin parar. La forma en que los gestionas es lo que separa a los buenos jefes de los malos. La opción 1 es tomar el control y resolver el problema tú mismo. Esta es la forma más fácil de manejar las cosas a corto plazo. Tú eres el jefe, y eres mejor resolviendo problemas, especialmente los relacionados con el negocio que has empezado. La opción 2 es hacer el trabajo para enseñar a tu empleado cómo resolver el problema por sí mismo. Este es el camino de mayor resistencia, pero también es clave para tu éxito a largo plazo. Podrías simplemente dejar pasar al empleado con facilidad y facilitar su falta de pensamiento crítico O puedes desafiarle a pensar. Cuando un empleado viene a mí ahora con una pregunta, cualquier pregunta, SIEMPRE le hago exactamente lo mismo. Bueno, ¿qué harías y por qué? Este es el proceso de enseñar a tus empleados a pensar por sí mismos y devolverles el problema a ellos para que encuentren la solución sin ti.