Los estudiantes toman notas en clase, porque la clase se trata de aprender exhaustivamente un conjunto fijo de cosas en un plan de estudios, en lugar de mantener de manera inspiradora algunas cosas interesantes en la clase que destacan. Sin embargo, en mi opinión, lo último es el verdadero espíritu del aprendizaje.

Mi objetivo como docente es maximizar la cantidad de cosas que un estudiante recuerda en 3, 5 o 10 años después de una clase. No creo que tomar notas ayude con esto. Más bien, los "destellos de comprensión" - cuando algo no obvio se vuelve claramente obvio - son, en mi opinión, el objetivo del aprendizaje.

En mi opinión, al final no importa si recuerdas el 60% o el 90% del material cuando llegue el momento del examen, ya que en unos meses ese número se reducirá al 10% o 20% de todos modos. En mi opinión, el 10-20% es realmente lo que importa.

Los criterios de evaluación en las escuelas no están, obviamente y desafortunadamente, diseñados para incentivar este tipo de aprendizaje. Se te evalúa sobre cuán exhaustivamente entiendes un conjunto fijo de material, no sobre cuán profundamente algunos conceptos han quedado contigo.

En mi opinión, si realmente quieres aprender algo en una clase, y no te importan demasiado las calificaciones, simplemente deja el bolígrafo y escucha atentamente. El 80% de todo lo que escuchas será poco interesante, pero idealmente el 20% será increíblemente interesante y transformador.

No te preocupes demasiado por el 80%. No importa tanto como dicen tus profesores. Si alguna vez lo necesitas, lo recuperarás. Tu objetivo, en cambio, es no perderte el 20% de las ideas que cambian la vida en la clase.

Ese 20% es ligeramente diferente para cada persona, y nosotros como profesores no siempre sabemos cuáles son; pero en mi opinión, el objetivo de la educación es que en muchas buenas clases hay un 20% que moldeará tus pensamientos a largo plazo, para todos.