Por primera vez en la historia, los astrónomos confirmaron un planeta por su imagen – y tú lo estás mirando. En 2005, astrónomos que utilizaban el Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral en Chile capturaron imágenes de seguimiento de un sistema distante a aproximadamente 170 años luz en la constelación de Centaurus (anteriormente asociada con Hidra en algunos relatos). Su enfoque era una joven enana marrón conocida como 2M1207A y un objeto compañero tenue cercano. Al comparar estas nuevas observaciones con imágenes de 2004, el equipo confirmó que el objeto tenue compartía el mismo movimiento propio a través del cielo que la enana marrón. Esto demostró que los dos estaban ligados gravitacionalmente, orbitándose mutuamente como un par estrella-planeta. El compañero, designado 2M1207b, tiene una masa aproximadamente cinco veces mayor que la de Jupiter y orbita a aproximadamente 40–55 unidades astronómicas (UA) de su estrella anfitriona— comparable a la distancia de Plutón al Sol, o casi el doble de la de Neptuno. El análisis espectral reveló una fuerte absorción de vapor de agua, indicando una atmósfera planetaria fría en lugar de una estrella o galaxia distante. Este hallazgo resolvió una incertidumbre de un año: el objeto había sido avistado por primera vez en 2004, pero se necesitaban datos adicionales para descartar que fuera una fuente de fondo no relacionada. La confirmación de 2005 estableció que estaba ligado a la enana marrón. A diferencia de los planetas del Sistema Solar, que se formaron a partir de un disco protoplanetario alrededor de una estrella, 2M1207b probablemente se formó a través del colapso gravitacional en una nube de gas—similar a cómo se forman las estrellas y las enanas marrones—dada su anfitriona de "estrella fallida". El descubrimiento marcó un hito en la investigación de exoplanetas. La imagen directa de planetas es un desafío debido a su extrema debilidad junto a anfitriones brillantes, pero gigantes jóvenes y masivos como 2M1207b brillan en infrarrojo por el calor residual de su formación. Probar que esta técnica funcionó abrió el camino para estudios atmosféricos de exoplanetas y futuras búsquedas de mundos similares a la Tierra. ["Sí, es la imagen de un exoplaneta." ESO, 2005]