"No es inusual que una administración produzca un documento estratégico que todo el mundo examine en busca de su significado más profundo, mientras sus autores suspiran aliviados de que finalmente lograron hacer la salchicha, seguros de que las personas que teóricamente están mejor posicionadas para digerirlo—es decir, el presidente y su círculo íntimo—son precisamente las que menos probabilidades tienen de hacerlo."