Ve a hacer ejercicio, no se lo digas a nadie. Lee un libro, no se lo digas a nadie. Sal a correr, no se lo digas a nadie. Come limpio, no se lo digas a nadie. Viaja, no se lo digas a nadie. Querido hijo, "Quien guarda su boca y lengua protege su alma de problemas." - Proverbios 21:23.