El capital está acelerando su concentración hacia la cabeza. Las 10 principales empresas del S&P 500 por capitalización bursátil ya representan alrededor del 40% de la capitalización bursátil del índice. Especialmente en un momento en que la tecnología de IA está en auge, los principales actores de toda la cadena industrial están construyendo barreras a una velocidad asombrosa. Bajo la cruel ley de la "Complementariedad Capital–Habilidad", cuanto más caro es el poder de cálculo y los datos, más abierto está a los mejores talentos y gigantes. Esta retroalimentación positiva continua ha hecho que otras empresas casi pierdan la posibilidad de ponerse al día. Así como los ingredientes de primera calidad solo llegan a la cocina Michelin, los procesos avanzados solo están en manos de un número muy reducido de fábricas. Estas "superestrellas firmas" (Superstar Firms) han obtenido beneficios muy superiores a sus pares con muy poca mano de obra. En apariencia, es competencia leal, pero en esencia ya ha formado un "cuasi-monopolio" estructural e invisible. Ante este golpe de reducción de dimensionalidad, ¿dónde está la salida para los individuos? Curiosamente, el camino más corto hacia los "superindividuos" suele ser subirse a los hombros de gigantes, usar el modelo más fuerte del gigante para codificar Vibe o desplegar agentes de investigación eficientes. Pero esto no es solo un simple "uso", sino una "palanca" estratégica. Por suerte, no estamos encerrados en el jardín amurallado del gigante. La madurez del modelo y la cadena de herramientas de código abierto nos proporciona una verdadera profundidad estratégica. Incluso si estamos separados de los servicios de código cerrado de gigantes, el sólido ecosistema de código abierto actual es suficiente para ayudarnos a completar el ciclo cerrado técnico. Son nuestra última arma contra la hegemonía tecnológica y conservan nuestro derecho a elegir. Asegúrate de aprovechar bien estos dos poderes para convertirte en un "superindividuo". Además de la enorme sombra que proyecta la supercompañía, se vuelve a crear un espacio de posibilidades que pertenece al individuo.