Lo que las mujeres llaman "carga mental" y "trabajo emocional" es simplemente ansiedad auto-creada que se imponen asumiendo cada vez más responsabilidades sin que se les pida. Luego esa misma mujer se da la vuelta y presenta este estrés autoimpuesto como una forma de sacrificio, usándolo para hacer sentir culpable a su pareja, como si estuviera haciendo todo sola en la relación. Gran parte de la presión viene de tareas impulsivas y no esenciales que en realidad no necesitan hacerse de inmediato o en absoluto. Pero una vez que el estrés supera un umbral personal, se proyecta en sus maridos como si fuera su deber absorberlo y arreglarlo. Lo que lo hace más frustrante es la inconsistencia. Cuando realmente no quieren hacer algo, pueden decir que no de forma clara y contundente. Pero cuando es su propia mente la que les empuja a sobrecargarse, de repente se convierte en "carga mental" y trabajo emocional que se espera que otra persona gestione. En ese momento, ya no es responsabilidad, se convierte en una presión auto-impuesta que ahora afecta a su salud mental, y luego se culpa a su pareja por no arreglarlo. Básicamente, se culpa a los hombres de un problema imaginario.