La razón por la que te cuesta conciliar el sueño por la noche es porque tu cerebro no se apaga. En el pasado, durante los momentos de aburrimiento o tiempo de inactividad, tu mente tenía el espacio para procesar pensamientos, prepararse para situaciones estresantes y recordarte las cosas que necesitabas hacer. Pero ahora, llenas cada momento de inactividad buscando tu teléfono. Como resultado, el único momento de tranquilidad que tiene su cerebro es justo antes de acostarse. Ahí es cuando intenta ponerse al día, repasando todos esos pensamientos y preocupaciones, lo que te mantiene despierto por la noche.