Cuando decidí crear un fondo de inversión en energía, los dos lugares naturales para hacerlo fueron Houston (más talento del sector) y Nueva York (más capital). El factor decisivo fueron los impuestos. Esa elección significó que se crearon cientos de empleos en varias organizaciones en Houston en lugar de en Nueva York. 1/4

Una forma de pensar en los impuestos estatales + locales es que Nueva York exigió un 11% de interés (hoy >14%) en mi negocio solo por el privilegio de instalarme allí, mientras que Texas pidió cero. Vivía en Houston pero me gustaba Nueva York. No tener que ceder una parte del negocio facilitó la elección. 2/4

La mayoría de los debates sobre nuevos impuestos en lugares como Nueva York y California se centran en si los residentes ricos se irán si los impuestos aumentan. Se presta mucha menos atención a las personas y negocios que nunca llegan, aunque ayuden a mantener un lugar vibrante. 3/4

Quizá las ventajas naturales del Área de la Bahía y Nueva York sigan atrayendo gente. Pero las empresas siguen trasladándose a estados con bajos impuestos como Texas. Aún más frecuente es la decisión, como la mía, de no montar un negocio en una zona con altos impuestos. Ese es el mayor riesgo que asumen estos estados. 4/4