No puedes dejar de practicar peinados. Esto es 100% cierto, especialmente si eres calvo. Recuerdo haber hablado con alguien que dijo que ya "no le importa el pelo". Que estar calvos les liberaba de todo el asunto. Se preguntaban por qué alguien se molestaría en pensar en el cabello. Pero todo lo que pasaba por mi cabeza era esto: ¿Por qué ese afeitado? ¿Por qué afeitado en vez de barba incipiente? ¿Por qué hoy no llevaba gorra pero ayer una gorra? Porque incluso sin importarles, todavía se está tomando una decisión. Elegir raparte la cabeza, dejar que crezca un poco, mantener un ronco fuerte, dejarte crecer la barba para equilibrarlo, son todas elecciones estéticas. Comunican comodidad, confianza, identidad, practicidad, incluso desafío. Así que, por mucho que sientas que has dejado de peinar, no es así. La decisión de quedarse calvo es un peinado. La decisión de no hacer nada sigue siendo una elección. Siempre dices algo, incluso cuando crees que no dices nada.