No puedes no participar en peinados. Esto es 100% cierto, especialmente si eres calvo. Recuerdo haber hablado con alguien que dijo que "ya no le importa el cabello". Que ser calvo lo liberó de todo eso. Se preguntaba por qué alguien se molestaría en pensar en el cabello en absoluto. Pero todo lo que pasaba por mi cabeza era esto: ¿Por qué esa longitud de afeitado? ¿Por qué afeitado al ras en lugar de barba de tres días? ¿Por qué hoy sin gorra pero con una gorra ayer? Porque incluso sin importar, todavía se está tomando una decisión. Elegir afeitarse la cabeza, dejarla crecer un poco, mantener un corte muy corto, dejarse crecer una barba para equilibrarlo, todas estas son elecciones estéticas. Comunican comodidad, confianza, identidad, practicidad, incluso desafío. Así que no importa cuánto sientas que te has excluido de los peinados, no lo has hecho. La decisión de ser calvo es un peinado. La decisión de no hacer nada sigue siendo una elección. Siempre estás diciendo algo, incluso cuando piensas que no estás diciendo nada.