Cuando surgen verdades incómodas, la mayoría de las personas se cortocircuitan. Intercambian hechos y datos por sentimientos y anécdotas. Hacen esa cosa en su mente donde se dicen a sí mismos "este tipo que conozco no es así", como si una excepción borrara mágicamente la regla. O incluso peor es cuando escuchan una crítica a un grupo interno como un ataque personal y reaccionan porque es más fácil sentirse ofendido que confrontar la realidad.

La forma de superar esto es mostrándoles la verdad una y otra vez. Tienes que derribar las paredes en su mente que les impiden ver lo que tú ves. Poco a poco, las conversaciones que tienen consigo mismos cambian a: “bueno, tal vez tal persona no sea así, pero muchos de ellos sí lo son y eso es una amenaza para mi familia que debo tomar en serio.”

La forma de superar esto es mostrándoles la verdad una y otra vez. Tienes que derribar las paredes en su mente que les impiden ver lo que tú ves. Poco a poco, pero con seguridad, llegan a: “bueno, tal vez tal persona no sea así, pero muchos de ellos sí lo son y eso es una amenaza para mi familia que debo tomar en serio.”

Y por cierto, más a menudo de lo que piensas, tal y cual es absolutamente así, simplemente no has estado expuesto a ese lado de ellos todavía, jaja.