La diferencia principal que sentía entre Estados Unidos y Japón era la alegría que la gente sentía en su vida diaria. Todo el mundo en Estados Unidos es miserable en su trabajo y no lo ocultan. Todo Japón parece genuinamente entusiasta y contento de estar en su trabajo. No importaba el estatus social que tuvieran. El cambio de energía al volver a casa es una locura.