Las instituciones abandonan las criptomonedas a medida que los ETFs ven miles de millones en salidas Aunque el mercado ofreció un rendimiento desigual este año, los ETFs de Bitcoin y Ethereum siguieron en términos generales el mismo ciclo de flujo. Las instituciones asignaron de forma agresiva cuando el macro mostró claridad y el apetito por el riesgo fue fuerte, lo que ayudó a impulsar el rally y canalizar capital hacia pagos y RWAs. Cuando la macroeconomía se volvió incierta, la oferta se desvaneció y las entradas de entrada se convirtieron en salidas, mostrando que la exposición institucional a las criptomonedas sigue siendo una operación de riesgo más amplia vinculada a las condiciones financieras globales, no una asignación estable a largo plazo. En 2026, si la macroeconomía se estabiliza, la Fed pasa a recortes y la regulación se vuelve más clara, los flujos hacia los principales activos deberían volverse más estables y menos impulsados por los titulares.