En 1979, Elvita Adams, abrumada por las dificultades financieras y viviendo de cheque en cheque, llegó a un punto de profunda desesperación. En un momento de crisis, decidió acabar con su vida saltando desde el Empire State Building. Sorprendentemente, sobrevivió a lo que parecía ser una muerte segura. La supervivencia de Adams se puede atribuir a un extraordinario golpe de suerte, o lo que algunos podrían llamar intervención divina. Cuando saltó del edificio, una ráfaga de viento la atrapó y la llevó de regreso a la plataforma de observación de abajo, donde aterrizó en una repisa. Desde allí, logró arrastrarse a un lugar seguro, escapando de lo que de otro modo habría sido una caída fatal. Su experiencia arroja luz sobre un aspecto inquietante del Empire State Building y el destino de aquellos que han intentado saltar de él. Como explicó un ex empleado del edificio, el diseño de la estructura juega un papel importante en el resultado de tales saltos. La base del Empire State Building es más ancha que sus pisos superiores, lo que significa que las personas que saltan no necesariamente caen directamente al suelo. En cambio, a menudo golpean otras partes del edificio en el camino hacia abajo, a veces causando que sus cuerpos se desintegren al impactar, similar a un bloque de queso que se encuentra con un rallador gigante. Es una realidad espantosa que subraya el horror de tales intentos, una que Elvita Adams tuvo la suerte de evitar. El fenómeno de sobrevivir a un salto desde una gran altura a menudo conduce a un profundo cambio de perspectiva para quienes lo experimentan. Los relatos de personas que han sobrevivido a caídas similares, como las del puente Golden Gate, con frecuencia revelan una comprensión común: una vez que se encontraron cayendo, los problemas que los habían llevado a saltar parecían mucho menos significativos. Este cambio en la percepción destaca la complejidad de la experiencia humana en momentos de crisis extrema y el potencial de claridad que puede surgir incluso en las circunstancias más extremas.