A esto lo llamo "Excelencia Selectiva". Es la práctica de tratar la vida como un problema de triaje: hacer algunas cosas extremadamente bien, hacer casi todo lo demás simplemente "lo suficientemente bien" y dejar que algunas cosas fallen silenciosamente a propósito. Admite que casi nada necesita lo mejor de ti y que las pocas cosas que sí lo hacen merecen casi todo de ti.