La gente quiere una transformación instantánea, pero eso viene después de la aceptación, después de verte a ti mismo de verdad. No puedes cambiar si no entiendes por qué lo estás, si no estás en paz contigo mismo. La mayoría de la gente no quiere verse a sí misma. Aún peor: se les repelen. Es como un monstruo al que tienen miedo de mirar. Y por eso cualquier intento de cambio no funcionará con ellos. Y las cosas llevan tiempo. La mayoría de las cosas que importan.