Esto obviamente ha sido cierto durante toda la historia humana, pero las redes sociales y el panóptico interminable de saber que estamos en el escenario han amplificado el narcisismo a niveles nunca antes vistos. "Chat, ¿me han cortado?" es la eterna pregunta. Todo se entiende a través de lo que dice SOBRE ti. La chica o chico con el que sales no es visto como alguien con quien puedas compartir una vida, sino lo que eso dice sobre tu estatus, aspecto, etc. ¿Qué dirá el chat cuando me vean "lanzando a la derecha" a esta persona? Sigues siendo el centro de la relación y de cada acción, por eso tantas son disfuncionales y las vidas se estropean cuando la gente se centra solo en sí misma (ver todos los artículos del NYT que animan al divorcio, las drogas, etc.) Lo mismo ocurre con la startup para la que trabajes o el fondo de capital riesgo que te respaldó. Recientemente conocí a un ingeniero que se aseguró de que supiera desde su primera frase que Thrive apoyaba a su empresa antes incluso de decirme a qué se dedicaban realmente. El poder y el estatus importan más que nunca, ya que somos conscientes de que alguien nos está observando y juzgando. El Chat reina supremo.