Pasar el Día de Acción de Gracias en familia se siente como un "oasis de experiencias": Preocuparse por quemar el pastel y si todos en la sala están contentos en lugar de recaudar fondos, planes ambiciosos a largo plazo o lo que está pasando en todo el mundo. Un modo de ser antiguo que ahora es raro.
Me alegra vivir en un mundo donde hay que coordinarse con personas al otro lado del mundo y los planes ambiciosos pueden hacerse realidad. Pero también parece que el círculo más pequeño es bueno para el cerebro. Culturalmente no hemos descubierto cómo equilibrarlas... ¡todavía!
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