Me he quedado sin palabras para describir lo poco sinceros que han sido los argumentos del gobierno contra Roman Storm durante mucho tiempo, pero este realmente se lleva la palma. En los procedimientos previos al juicio, el tribunal dictaminó claramente que los términos AML y KYC no tenían cabida en el juicio contra Storm, ya que el Gobierno ya no alega que el desarrollador violó los requisitos federales de licencia y, por lo tanto, no tenía la obligación de implementar KYC/AML. Durante el fin de semana, el Gobierno ha presentado una carta para aclarar que uno de sus testigos expertos, Philip Werlau, de un servicio de cumplimiento de AML, no usará las palabras KYC; pero que *testificará* que Storm podría haber implementado "un 'registro de usuarios autorizados' que permitiría al servicio confirmar la identidad de las personas que realizan depósitos y retiros". Que es literalmente, palabra por palabra, la definición de KYC, tal como la describen el Grupo de Acción Financiera Internacional, el FMI y la propia FinCEN.