Tener una mentalidad tranquila es esencial, y lo mismo se aplica a las empresas. A menudo, cuanto más grande es la empresa, más difícil es mantener esa mentalidad tranquila. Para una nueva empresa, su único objetivo es sobrevivir. Cuando una pequeña empresa intenta hacer algo, su costo de oportunidad es muy bajo; si fracasa, puede intentarlo de nuevo sin que eso signifique una gran pérdida. En segundo lugar, tener una mentalidad tranquila significa volver a la esencia de las cosas, es decir, esforzarse por reconocer qué es lo correcto y entender la naturaleza de las cosas.