Una viróloga utilizó una mezcla de laboratorio del virus del sarampión para reducir su propio cáncer. La Dra. Beata Halassy, viróloga de la Universidad de Zagreb, ya había superado el cáncer de mama en dos ocasiones. En 2020, cuando volvió por tercera vez tras su mastectomía, eligió un camino extraordinario: cultivar virus en su laboratorio y que se los inyectaran directamente en su tumor. Su método se basó en la viroterapia oncolítica, un enfoque emergente que emplea virus para infectar y destruir selectivamente células cancerosas mientras estimula el sistema inmunitario para atacar la enfermedad de forma más amplia. Utilizó dos virus: una cepa atenuada de vacuna contra el sarampión (Edmonston-Zagreb) que estaba en investigación para otros cánceres como el melanoma, y el virus de la estomatitis vesicular (VSV), un patógeno ganadero conocido por atacar preferentemente a las células cancerosas debido a sus defensas antivirales debilitadas. Ambos fueron preparados en su propio laboratorio siguiendo protocolos rigurosos. Los virus se replican dentro de las células tumorales hasta que estallan, liberando antígenos que alertan al sistema inmunitario para atacar las células cancerosas restantes en todo el cuerpo. Durante varias semanas, con múltiples inyecciones, su tumor se redujo significativamente y se separó de los tejidos adyacentes, permitiendo una extirpación quirúrgica sencilla. El análisis postquirúrgico reveló presencia viral y una fuerte infiltración de células inmunitarias, confirmando el impacto de la terapia. Publicar su experiencia resultó un reto; Muchas revistas rechazaron el manuscrito citando problemas éticos relacionados con la autoexperimentación. Finalmente apareció en 2024 en la revista Vaccines como un caso único y informe. A finales de 2024, más de cuatro años después (y 45 meses después de la cirugía), sigue en remisión y libre de cáncer.