El 28 de diciembre de 2021, tomé la decisión de mudar a mi familia de Massachusetts a Florida. Se estaba imponiendo un mandato para exigir las vacunas contra la Covid para todo. No iba a poder ir a hacer la compra sin mostrar papeles que no tenía. Mis hijas y yo seríamos ciudadanos de segunda clase. Había mucho entre la agenda trans de los niños, el wokeness y la gestión del Covid en Massachusetts en ese momento, pero esta votación fue la gota que colmó el vaso. Era un castigo. Un ritual de humillación. Y una sesión de lucha todo en uno. ¿Peor? Atacó a mis hijos para hacerles daño a través de mis decisiones como madre. Pero empezamos con fuerza y ya estábamos en Florida a mediados de marzo. El Covid ni siquiera existía aquí, pero eso no importaba. Aun así, sabía que iba a empezar de cero. En 2020, tuve que cerrar mi consulta de Terapia Neuromuscular debido a la pandemia, y llevaría tiempo recertificarme y reconstruirla en Florida. El estado exigía un nivel de formación continua, cursos estatales y exámenes nacionales para obtener mi licencia que me enviaría de nuevo a la escuela durante un año. Así que no tenía un plan real ni trabajo. Sabía que podríamos sobrevivir unos dos meses, ya que habíamos vendido nuestra casa y vaciado nuestros ahorros para llegar hasta aquí. Confiaba en que todo saldría bien. Esta decisión fue completamente por fe— Y la fe empezó a dar frutos desde el principio. Mi cuenta de X había sido suspendida durante más de un año antes y me la devolvieron en menos de un mes desde que me mudé aquí. Tim me contrató al día siguiente. El resto es historia. Dejar atrás nuestra vida, a todos nuestros amigos y familia y todo lo que hemos conocido, mudarnos a 1500 millas de distancia a un pueblo que ni siquiera había visitado, a una casa que no vi hasta después de que la construyeron y llegamos aquí, fue lo más difícil que he hecho, pero no me arrepiento de nada. Aquí es exactamente donde debería pertenecer. Estoy haciendo lo que amo, lo que nací para hacer, y viendo cómo mi familia prospera. Si estás en el lugar equivocado y te están tirando para salir de allí. Te insto a que escuches esa voz. Arriesga. Da el salto. Probablemente sea una fuerza mayor que tú.