Este es un ejemplo clásico de cómo la acción afirmativa hace exactamente lo que sus defensores insisten que no hace. Esta persona ganó el Premio Pulitzer como reportera para el New York Times en 2020 y luego fue contratada con plaza fija automática en la Universidad Howard a pesar de no tener doctorado. Sin embargo, no sabe escribir palabras básicas como "menos" o "inmerecido", aunque insiste en que las políticas de acción afirmativa no elevan a personas negras poco cualificadas a posiciones de élite ni otorgan premios que no han ganado. Es, literalmente, una refutación viviente de su propia afirmación.