Un hombre indio moderno y condicionado podría no considerar la oportunidad de jugar con niños tribales y conectar con la fuente divina misma; En cambio, decidirá visitar un templo popular, lo que podría darle una fuerte validación social de ser una persona religiosa cuando comparta esas historias en redes sociales. De hecho, me da pena por ellos; la mayoría hace este 'turismo de templo' simplemente por FOMO, pidiendo a Dios que cumpla todos sus deseos egoístas y siempre buscando milagros en la vida sin intentar siquiera hacer pequeños esfuerzos para ser mejores personas.

Pero, de nuevo, dado que es un tema de fe, la sinceridad debe practicarse en los centros espirituales; el FOMO no debe impulsar la visita, sino la fe que la impulse como antes, cuando la gente llevaba a todo el peregrino cantando nombres de Dios. Cuando solían hacer largas colas esperando para conocer a su deidad, cuando había un fuerte sentido de pertenencia, cuando se presentaban en la escena en su conjunto sin desviarse hacia otros temas por teléfono.