Escuchar. No soy inteligente. El 99% de mis ideas son malas. Pero mi rasgo destacado es mi optimismo. Soy creyente. Cuando todas mis empresas estaban en su momento más oscuro, siempre creí que saldríamos adelante. Pero eso es actitud. Y tengo tres cosas que hago que me ayudan mucho: 1. Estoy predispuesto a actuar. Pienso menos y hago más. En lugar de trabajar en planes de negocio, formar comités o cualquiera de esas tonterías, inmediatamente salto a "¿cómo puedo probar esto rápido?" 2. Soy muy bueno en triaje. Tengo una buena intuición de cuáles problemas —de entre cientos de cosas que pueden estar fallando— serán los que, si los arreglo, harán que los demás pierdan sentido. 3. Puedo concentrarme. Cuando tienes cien cosas en llamas, es realmente difícil decir "voy a poner todo mi esfuerzo en las dos críticas" (ver rasgo anterior) e ignorar todas las demás, aunque sean las que más arden. Pero bueno... Eso soy yo.