Uno de los mayores blogueros militares de Rusia, Yuri Podolyaka, ha admitido en antena que, tras tres años y medio de guerra, el ejército ruso sigue sin poder suministrar a sus tropas lo básico: ropa interior, calcetines, ni siquiera uniformes estándar. Los soldados se ven obligados a comprar su propio equipo o dependen de voluntarios financiados por civiles. El Ministerio de Defensa, dijo, es perfectamente consciente del problema pero no ha hecho nada para solucionarlo.