La Fed es un auténtico desastre. Wall Street sigue sin entenderlo. La Fed se ha convertido en una relicta inflada y retrospectiva, anclada a modelos rotos y datos defectuosos. El secretario Bessent lo ve con claridad, pero los inversores siguen tratando a la Fed de Powell como un oráculo en lugar de la institución rezagada y propensa a errores en la que se ha convertido. Están equivocados en los aranceles, equivocados en el balance y peligrosamente atrasados.