Temas en tendencia
#
Bonk Eco continues to show strength amid $USELESS rally
#
Pump.fun to raise $1B token sale, traders speculating on airdrop
#
Boop.Fun leading the way with a new launchpad on Solana.
🇭🇰 159 PERSONAS MURIERON EN HONG KONG PORQUE EL SISTEMA SEGUÍA DICIENDO "NO ES MI PROBLEMA"
Antes de que las llamas arrasaran la corte Wang Fuk y se llevaran al menos 159 vidas, las advertencias estaban por todas partes.
Fueron escritos en infracciones de seguridad, enterrados en diapositivas de consultores, gritados por los residentes y ignorados por las autoridades.
Lo que ardió a finales de noviembre fue un sistema que se había estado pudriendo a simple vista.
Prestige Construction, ahora el centro de una investigación por homicidio involuntario, no cayó del cielo. Al parecer, la empresa había acumulado 15 infracciones de seguridad, multas e incluso una prohibición temporal del gobierno.
Sin embargo, a los residentes se les dijo —erróneamente— que el historial de Prestige era impecable. Esa afirmación no vino de Prestige, sino de Will Power Architects, el consultor contratado para revisar las ofertas.
Ese sello de "historial limpio" es ahora la Prueba A en un colapso de supervisión que se extiende desde los contratistas hasta la junta de propietarios y el propio Departamento de Trabajo, que informó a los residentes que enfrentaban "riesgos relativamente bajos de incendio" mientras mallas inflamables y tablas de espuma colgaban a pocos centímetros de sus ventanas.
Los residentes lo vieron primero: trabajadores fumando en andamios, materiales de baja calidad, costes en rápido aumento y un contratista que presionaba por pagos anticipados.
Intentaron rebelarse. Recogieron firmas. Exigieron una reunión extraordinaria. Fueron necesarios 7 meses, un tifón y 1.200 personas bajo la lluvia para forzar un nuevo liderazgo a la junta.
Pero para entonces la trampa ya estaba tendida.
Un abogado advirtió que cancelar el contrato de Prestige podría hacer responsables a los propietarios por daños y perjuicios, una amenaza lo suficientemente vaga como para paralizar la acción, pero lo bastante precisa como para mantenerse.
El proyecto avanzó a duras penas, bajo "supervisión", mientras aumentaban los temores a la seguridad.
Y entonces, todo lo que los residentes predijeron se cumplió.
La malla falló. Las placas de espuma se encendieron. El edificio se convirtió en una chimenea.
Wong —el electricista jubilado fotografiado angustiado mientras las llamas envolvían la casa donde su esposa estaba atrapada— llevaba meses arrancando paneles inflamables y rociando los andamios con agua.
...

Populares
Ranking
Favoritas

