🔴 Paso por la Puerta de Entrada a Marte Dentro del nuevo edificio de la base estelar hoy, un recordatorio inminente de la misión que se avecinaba sobre ellos. Marte es un buen sustrato para crear humanos. Tiene suficiente carbono para producir alimento para una población creciente (la atmósfera es un 95% CO2, con mucho nitrógeno también). Y eso es esencial para que la humanidad sea multiplanetaria de forma independiente. La Luna, en cambio, es buena para fabricar robots, paneles solares y un lanzador de masa lineal para inyectarlos en el servicio de enormes centros de datos de IA en una órbita polar sincronizada con el sol. En peso, la luna está compuesta por un 20% de silicio, 43% de oxígeno (en óxidos metálicos), 10% de hierro y 3% de aluminio. Comida para robots. Pero el carbono —ese elemento esencial para las formas de vida basadas en carbono— es un elemento traza en la Luna, medido en partes por millón. Hay aún menos nitrógeno. Y no hay atmósfera de la que inspirarse. Todo muy duro para la humanidad. La Luna y Marte son muy diferentes, pero ambos ofrecen desarrollos emocionantes que se materializarán en nuestra generación.