Supongamos que los políticos enfrentaran consecuencias severas si gestionan un déficit presupuestario mientras están en el cargo. ¿Cree que los déficits presupuestarios dejarían de existir? ¿Supongamos que los jueces se enfrentaran a graves consecuencias si sueltaran frívolamente a reincidentes violentos que luego cometen otros delitos? ¿Crees que tal indulgencia dejaría de existir? Una vez que eliminas por completo el vínculo entre las acciones y sus consecuencias, violas una característica fundamental que define la vida. Como mucho, los cargos electos sufren las consecuencias de no ser elegidos de nuevo. Esto es grotescamente insuficiente y es una grave fragilidad de nuestro sistema.