No se me ocurre ni una sola forma en la que esto mejore la sociedad. Ahora vas a tener personas financieramente —además de emocionalmente— invertidas en sus opiniones, lo que solo puede crear más polarización. Las sociedades necesitan consenso, es difícil ver cómo se puede lograr esto cuando los compromisos se convierten en pérdidas económicas... Además, literalmente desincentiva la búsqueda de la verdad. Los mercados funcionan en base a anticipar lo que otros creerán, no en descubrir qué es realmente cierto. Es el fenómeno de las acciones memes: esas acciones no suben porque la empresa sea valiosa, suben porque suficiente gente cree que otros seguirán comprando. Con las opiniones tendrás lo mismo: personas recompensadas no por tener razón, sino por anticipar lo que otros creerán e incentivadas —literalmente— a manipular narrativas. La verdad no solo se vuelve irrelevante, sino que en muchos casos se combate activamente porque se convierte en una amenaza financiera directa.