Las "adaptaciones" académicas han cambiado rápida y de forma increíble de accesibilidad a arbitraje. Estados Unidos ha creado un sistema en el que el estrés ordinario, la distracción o un B+ en la universidad se medicalizan, y además le da al estudiante tiempo extra y normas más flexibles. Esta idiotez recompensa la fragilidad auto-narrada, perjudica a cualquiera que juegue con seriedad y dificulta la vida de estudiantes con discapacidades serias y reales que ahora parecen parte de un hustle. El resultado neto es un grupo de estudiantes con altos privilegios que son simultáneamente con derecho e infantilizados, y luego se sorprenden al descubrir que el resto del mundo no funciona con "prórrogas" y excusas. Malo para todos. Deja que el chico que merece un B saque un notable.