En el último mes, Cloudflare, AWS y Azure tuvieron caídas de varias horas que se propagaron en finanzas, logística e IA. El fallo de Cloudflare el 18 de noviembre por sí solo dejó fuera de servicio a bancos, aerolíneas y ChatGPT durante seis horas, afectando aproximadamente al 20% del tráfico web global. Esto es lo que está roto. Hemos diseñado toda la economía digital alrededor de unos pocos puntos de estrangulamiento, y luego nos sorprendemos cuando un solo error de enrutamiento o evento térmico hace caer miles de servicios a la vez La ironía es que estamos ahogados en capacidad no utilizada. Uno de cada cuatro centros de datos opera por debajo del 40% de carga, mientras que las nuevas instalaciones de IA en Silicon Valley permanecen en silencio porque la red eléctrica no puede alimentarlas. Tenemos infraestructuras inactivas por todas partes y cargas de trabajo críticas sin ningún lugar seguro al que ir. "Multi-nube" no soluciona esto, la mayoría de las configuraciones siguen pasando por una CDN o puerta principal. Cuando esa capa falla, toda tu estrategia de diversificación colapsa en tiempo real. Un fondo cuantitativo pierde señales de trading no porque su modelo falle, sino porque el proxy de Cloudflare lo hace. Un lanzamiento de token se vuelve medio ciego durante TGE porque Azure enruta mal el tráfico. DePIN invierte la lógica, en lugar de confiar en un proveedor hiperfiable, distribuye entre muchos operadores independientes. Plataformas como @Argentum_AI están construyendo exactamente esto, mercados que enrutan computación basándose en disponibilidad en tiempo real, necesidades de cumplimiento y latencia, aprovechando la capacidad bloqueada que los hiperescaladores no pueden alcanzar. Las matemáticas son sencillas, depender de muchos nodos moderadamente confiables es estructuralmente más seguro que depender de un único punto de estrangulamiento extremadamente confiable. Llevamos una década optimizando para lo segundo. 2025 nos está mostrando el coste!!!