Exterior humilde, núcleo arrogante La mayoría de la gente invierte la ecuación. Proyectan confianza hacia afuera y llevan la duda hacia dentro. Es la forma más rápida de debilitar ambos frentes. Aprendí que las capas interior y exterior de la vida exigen actitudes opuestas. Cuando se trata con el mundo exterior, la humildad es la estrategia más eficaz. Obtienes más información escuchando que hablando. Obtienes más acceso siendo discreto que intentando impresionar. La gente comparte más cuando no se siente desafiada. Abren puertas para quienes se mantienen con los pies en la tierra. El mundo exterior ofrece oportunidades, y las oportunidades son el único recurso que no puedes generar por ti mismo. La humildad maximiza este flujo de entrada. Nada más te da ese retorno. Cuando se trata del mundo interior, la arrogancia es la estrategia más eficaz. El progreso requiere un sesgo interno hacia una confianza extrema en uno mismo. No puedes producir resultados extraordinarios sin asumir que eres capaz de ellos. La duda reduce tu campo de acción, mientras que la certeza interna lo amplía. Necesitas un nivel de arrogancia interna que roza lo inevitable. Es esta línea de base interna la que te permite mantener largos periodos de trabajo, disciplina y resolución de problemas sin validación externa. Si combinas humildad por fuera con convicción interior, el mundo eventualmente se desplaza hacia la versión de la realidad que tienes internamente. ...