Incorrecto. En 2003, Nueva York tuvo un apagón masivo, y mientras caminaba varias millas a casa sin metro, mi papá pasó por una heladería. Atrapados sin electricidad y en medio del calor de agosto, estaban regalando conos a cualquiera que los tomara. Por supuesto, esto los había convertido en una parada muy popular, y cuando se topó con ellos, se habían quedado sin todo menos pistacho. Nunca lo había tenido, pero pensó que una primicia gratis era una primicia gratis y lo intentó. Hoy, cuando cuenta la historia, la usa como un ejemplo de cómo nunca se es demasiado viejo para aprender algo nuevo sobre uno mismo. Nació en 1955 y nunca lo he visto pedir nada más desde entonces. Le tomó 48 años encontrar su sabor de helado favorito, no dejes que tipos como este te tomen más tiempo.