Este es un desarrollo muy interesante, que potencialmente demuestra el poder y el impacto estratégico de las restricciones de inversión saliente de EE. UU. en empresas de IA chinas. Aquí hay una breve historia de la saga de @ManusAI: - Manus comenzó como una start-up con sede en China que crea agentes de IA, que supuestamente utilizaban los modelos Claude de Anthropic. En abril de 2025, Manus recaudó 75 millones de dólares de inversores estadounidenses a una valoración de 500 millones de dólares. - Después de que se conociera la noticia de su ronda de financiación de abril, Manus trasladó abruptamente su sede de China a Singapur, presumiblemente para evitar infringir las restricciones de EE. UU. sobre inversiones salientes en empresas de IA chinas, lo que probablemente habría requerido que los inversores estadounidenses se deshicieran de Manus tras una inevitable investigación por parte del Departamento del Tesoro de EE. UU. - Durante el verano de 2025, Manus supuestamente cerró todas sus operaciones en China: cerró sus oficinas en China, detuvo su trabajo con Alibaba en nuevos agentes de IA y abandonó los planes de lanzar una versión de su aplicación en China. - El 29 de diciembre de 2025, @alexandr_wang anunció que @Meta está adquiriendo Manus. Si es cierto que Manus abandonó completamente sus lazos con China (un "si" crítico), esta historia muestra el poder de las restricciones de inversión saliente de EE. UU.: no solo impiden que los inversores estadounidenses apoyen el ecosistema de IA de China, sino que también incentivan a empresas de IA sofisticadas como Manus a abandonar el ecosistema de IA chino en favor del ecosistema de IA de EE. UU., que tiene acceso a mercados de capital más profundos y más poder de computación en IA (esto último debido a los controles de exportación de EE. UU. sobre los chips de IA). Ni el gobierno de EE. UU. ni el gobierno chino habrían permitido que Meta adquiriera Manus si hubiera permanecido con sede en Pekín. Pero una vez que Manus huyó de China, probablemente como resultado de las restricciones de inversión saliente de EE. UU., el gobierno chino perdió su influencia sobre Manus y su voz en la transacción.