Mi interno musculoso me pidió que apostara en un mercado de predicciones. Dije que no. “Damien, los mercados de predicciones se basan en el capitalismo financiero y la debilidad humana.” En su lugar, le di una bofetada al estilo Tintín. Él se veía confundido. Entonces sucedió algo impactante. El novio de mi pareja de convivencia, Jdn, le enseñó a abrir una cuenta y le dio dinero inicial. “Gracias, tío Jdn,” dijo mi interno musculoso, con los ojos brillando de degeneración. Saqué a mi pareja a un lado. “Está socavando nuestros valores y mi autoridad como el único degen ético aquí.” Ella murmuró: “Al menos le dejó jugar como un adulto de verdad.” Esa noche, mientras mi interno dormía, inicié sesión en su cuenta. Liquidé todas sus posiciones y la cerré. ¿El dinero? Desaparecido. Luego le di lo que realmente se merece, otra bofetada al estilo Tintín y una charla sobre los valores asiáticos y el control emocional en mercados volátiles. Se despertó, vio que la cuenta había desaparecido y casi llora. ...