Oímos mucho sobre el problema de la asequibilidad de la vivienda. No se habla lo suficiente de la asequibilidad de los coches. El precio medio de un coche nuevo supera ahora los 50.000 dólares. ¿Cómo es sostenible eso? Solo funciona porque mucha gente está dispuesta a pedir dinero prestado para comprar un activo que seguramente se va a depreciar. Me cuesta creer que no haya mercado para vehículos despojados, pero hay pocos en el mercado. La pastilla más barata a la venta hoy empieza en 30.000 dólares. La mayoría están muy por encima de esa marca. Parte de esto se debe a la normativa gubernamental: las regulaciones de seguridad y economía de combustible añaden complejidad, lo que aumenta el coste. Las normativas de seguridad aumentan el peso de un vehículo, lo que dificulta que los fabricantes cumplan con las normativas económicas. Así que los fabricantes tienen que complicar demasiado los trenes motrizes para sacar 1 o 2 mpg más. Esto perjudica la fiabilidad y aumenta los costes de reparación cuando algo se estropea. El mecánico de sombra no puede hacer mucho en un coche nuevo porque muchas reparaciones requieren corrección, herramientas especializadas y muchas son informáticas o electrónicas. Los costes del seguro también están muy altos. Nos estamos convirtiendo en una sociedad de "pobre en coches".