Los masones están solicitando una orden judicial de emergencia del Tribunal Superior para bloquear una nueva política de la Policía Metropolitana que les obligaría a revelar su pertenencia a la organización. Han presentado documentos legales en Londres, argumentando que la política equivale a una "discriminación religiosa" contra los masones. Los responsables policiales dicen que cualquier persona que forme, o haya sido, parte de una organización jerárquica que exige que los miembros se apoyen y protejan mutuamente debe declararlo.