La enfermedad de Lyme ha hecho peligroso adentrarse en el bosque, y el movimiento MAHA está intentando que los niños se activen. Para que salgan fuera, para que experimenten la naturaleza, no solo porque eso les beneficiará físicamente, sino también por la conexión espiritual que tenemos con Dios, con nuestra propia salud y bienestar, con la serenidad a la que solo tenemos acceso cuando estamos en la naturaleza.