Mi abuelo falleció en 2005 y dejó esta enorme caja fuerte de acero atornillada al suelo de su taller. Nunca le contó a nadie la combinación. Bromeamos diciendo que probablemente estaba vacío o lleno de herramientas oxidadas. Hoy, por fin cerrajero lo abrimos... Está apilado de suelo a techo con barras de plata pura. Ni siquiera lo hemos contado todo aún, pero el peso es una locura. La pregunta es... ¿Qué hacemos con ella?
La pregunta es, ¿lo vendemos o lo quedamos?
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