Noruega perdió muchos ingresos fiscales tras introducir un impuesto sobre la riqueza. Peor aún, los emprendedores que abandonaron el país se llevaron innumerables empleos. Sin embargo, los aficionados de izquierdas en Reino Unido, Francia y Alemania siguen exigiendo un impuesto sobre la riqueza. ¿Por qué siempre cometen los mismos errores?