A juzgar por las últimas noticias de fuentes abiertas, la reunión de hoy sobre el proceso de paz entre Rusia y Ucrania en Mar-a-Lago no debería ser demasiado optimista Actualmente, Estados Unidos no ha hecho una declaración o declaración clara, pero antes de la reunión, Rusia y Ucrania enviaban frecuentemente malas señales: Rusia: Putin dijo que se puede ver que la parte ucraniana no quiere resolver el conflicto ruso-ucraniano por medios pacíficos, y que si Kiev no está dispuesta a usar medios pacíficos, Rusia usará la fuerza para lograr todos los objetivos militares. El ministro de Asuntos Exteriores ruso, desde la perspectiva de Taiwán y Japón, está completamente del lado de China, y Japón advierte que su proceso de militarización debe ser considerado seriamente, y la advertencia es contundente. Ucrania: Zelensky dijo que no veía la disposición de China a unirse al proceso de paz en este momento, y afirmó que, tras la reunión con Trump, se reuniría con los líderes europeos para instar a una postura firme que impida que Putin retrase el fin de la guerra. Evaluación de la situación actual: 1. Las dos partes tienen una actitud dura, ayer Zelensky enfatizó la línea roja de Ucrania, Rusia aleatoria destacó sus objetivos de operaciones militares, y es difícil para ambas partes llegar a un compromiso en cuestiones territoriales. 2. Rusia está obviamente inclinada hacia China en geoestrategia y asociaciones internacionales, y el intento de Zelenski de involucrar a China en el agua para promover el proceso de paz es en realidad poco prudente. Por último, la reunión de Trump con Zelensky en Mar-a-Lago el domingo no parece tener muchos puntos de inflexión benignos; ¿cómo puede Trump persuadir a Zelensky para que abandone su llamado compromiso de la "línea roja"?