Lo digo sin alegría como residente de California: Muchos de los que han hecho grande este estado están hablando en silencio sobre irse o han decidido marcharse en los próximos 12 meses. De forma más general, uno de los desarrollos fascinantes de esta década es que la gente ha votado sus opiniones no con las urnas, sino trasladándose a sí mismos. Tanto en Estados Unidos como internacionalmente. Me da la sensación de que la gente aún no aprecia del todo el impacto de las partidas silenciosas en todo el mundo.