CENSURA: Alemania ahora trata los insultos como delitos y el discurso en línea como peores. La policía registra viviendas al amanecer, incauta teléfonos y procesa a ciudadanos para que tengan palabras. Este es el modelo de Europa. Irónicamente, el índice de libertad de expresión recompensa este tipo de censura con una posición más alta en su indicador.