Permítanme explicar por qué la gente del tercer mundo suele ser un gran estafador. Esta vez con marionetas de calcetín para los con dificultades literarias: El primer mundo asume que se harán cumplir las reglas. El tercer mundo asume que no lo harán, y lo planea en consecuencia. El primer mundo se construye sobre la confianza y la recompensa retrasada. El tercer mundo sobrevive gracias a la velocidad, la extracción y la inmediatez. El primer mundo enseña el deber cívico porque la ley protege el esfuerzo. El tercer mundo enseña la supervivencia porque no se puede confiar en la ley. El primer mundo recompensa la cooperación con el tiempo. El tercer mundo recompensa a quien llegue primero. El primer mundo invierte. El tercer mundo extrae. El primer mundo construye sistemas diseñados para durar. El tercer mundo aprende a vivir dentro de las ruinas de los rotos. Asimilar a personas de estas zonas es casi imposible. Desde luego no merece la pena arriesgarse. Ninguna recompensa merece la pena. Los veteranos de guerra tienen muchísima experiencia con esto. Escucha.